No son tus habilidades, tu status social, económico, familiar, tu belleza, tus virtudes, tu femineidad, tu sexto sentido, lo que te hace mujer. Es que Dios te hizo Simplemente mujer . Te dió el sexo con la capacidad para ser la mujer que Él ha querido que tú seas en la vida. Él te creó para grandes cosas y para alabanza de Su gloria.
Detente por un momento, reflexiona y responde a lo siguiente:
1. Creo que tengo un valor especial?
2. Qué opina la gente de mí?
3. Qué cosas positivas he hecho que han dejado una huella en la vida de otros?
4. Qué cosas negativas han cambiado en mi vida?
5. Qué cualidades, (manera de ser), virtudes, (poder o potestad de obrar), poseo?
6. Qué habilidades tengo?
7. En qué estoy contribuyendo para el beneficio de mi familia, amigos y comunidad?
8. Qué cosas quiero que cambien dentro de mí?
9. Cuál es mi relación con Dios, mi Creador?
10. En qué circunstancias me encuentro?
Todas las mujeres enfrentamos circunstancias adversas. Viene el momento difícil por el abandono del hombre que has amado, o por no recibir el amor y el respeto que te mereces, por un hijo rebelde, por el diagnóstico médico de una enfermedad incurable, por una situación económica deplorable, y la lista se haría muy larga. Pero amiga, mi pregunta es: Qué actitud estás tomando frente a tu situación? Recuerda: Eres Simplemente una mujer, y la actitud es lo que cuenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario